Pero a lo que iba, a un capítulo más del palabrero ayoíno en el que ir desgranando esas palabras, giros y expresiones que se usaban y alguno aún se usa, en el pueblo.
Amarallar: Recoger la hierba segada y esparcida por el campo, que aún no está curada, dejándola en gruesos cordones (Una vez más y suele ser frecuente, coincide con el asturiano. Recogido en Diccionario General de la Lengua Asturiana, de La nueva España)
En la entrada de wikipedia del pueblo de Barajores (Palencia), se explica el orígen de la palabra de este modo: deriva del término ibérico baralio o maralio, que quiere decir cordón de hierba.
Cachuelas: en Zamora se conocen con este nombre a las mollejas, el estómago de los pollos, pero en el pueblo se le llamaban así también a las cabezas de los nabos.
Engurrubitar: Encogerse. Por ejemplo, "la garrapata, la quemaron y se engurribitó".
Entendado/a: hijo/a de padrastro o madrastra, hijo de la persona con la que está casado alguien. Esta palabra la conocí un día que mi padre me contaba algo de la relación de mi madre con su padrastro. Nunca la había escuchado y hasta viene recogida en el Diccionario de la Rae.
Escangarriada: Escangarriado es roto o estropeado pero en Ayoó también se decía así cuando en un rebaño cada oveja estaba cada una por su lado.
Latre: ansioso
Mela: La mela es como el azúcar que se va formando en la piel de las frutas, en parte por la propia fermentación de la pieza y en parte por los agentes externos, por el agua, el aire, el sol... se queda como una capa algo pegajosa que en mi casa siempre llaman "la mela".
Resistero: Sol fuerte de mediodía y de la hora de la siesta. Recogido en el Diccionario de la Rae.
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