Ha fallecido mi tío Ismael, todo un personaje. Estuvo casado con la hermana de mi padre, Dorinda, Rosalía Dorinda, fallecida hace ya años aún bastante joven. Después mi tío se casó con una mujer de la familia Barrio que estaba soltera, Adelaida, con la que vivió hasta el fallecimiento de esta.
Mi tío trabajaba en el campo y compró uno de los primeros tractores que yo vi, un Ebro rojo sin cabina. Su segundo oficio era el de cocinero de bodas. Junto a mi tía, recorrió todos los pueblos de la contorna cocinando en grandes perolas como se hacía entonces: en una casa del pueblo se hacía la comida para los tres o cuatro días que duraban preparativos y la ceremonia en sí.
La otra pasión de mi tío era el teatro. De joven hizo varias comedias y no dudaba, a nada que se le diera pie, en declamar el Tenorio o lo que se terciara. Toda esa vida la resumía en un romance escrito, creo, por un sobrino y que a él le gustaba recitar. Esta es su transcripción...
Mi tío trabajaba en el campo y compró uno de los primeros tractores que yo vi, un Ebro rojo sin cabina. Su segundo oficio era el de cocinero de bodas. Junto a mi tía, recorrió todos los pueblos de la contorna cocinando en grandes perolas como se hacía entonces: en una casa del pueblo se hacía la comida para los tres o cuatro días que duraban preparativos y la ceremonia en sí.
La otra pasión de mi tío era el teatro. De joven hizo varias comedias y no dudaba, a nada que se le diera pie, en declamar el Tenorio o lo que se terciara. Toda esa vida la resumía en un romance escrito, creo, por un sobrino y que a él le gustaba recitar. Esta es su transcripción...
Con
cariño os dedico
esta
historia familiar,
esperando
que os guste
y
gracias por escuchar.
Yo
me llamo Ismael Ferreras,
de
apodo “El carabinero”,
que
llevo con mucho orgullo,
desde
mi padre a mi abuelo.
Yo
vengo de una gran familia,
desciende
de varios pueblos,
Cubo
de Benevante,
Felechares
de la Valdería y mi pueblo, que es este.
Yo
nací en Ayoó de Vidriales,
de
padres nobles y honrados,
Felisa y Jose María,
y
conmigo otros cinco hermanos.
Mi
padre fue hombre de tratos,
regentó
una gran parada,
y
en las ferias de antaño
a
los gitanos ganaba.
Sus
caballos en las ferias
de
entre todos destacaban,
y
algunos como el caballo “Urueña”
en
el año 1923
en
Zamora, en una exposición de sementales,
el
primer premio se ganaba.
Mi
padre
durante
todos los días del año
de
las ferias y plazas se ocupaba.
Los
lunes en el Puente de Sanabria,
los
martes en Rionegro de la Carballeda,
los
miércoles en Santibáñez de Vidriales,
los
jueves en Benavente,
y
los viernes en Castrocontrigo,
donde
bajaba toda la Cabrera.
Los
sábados feria de Utrera en La Bañeza,
donde
más gitanos moraban.
Mi
padre hacía muchos tratos con los gitanos,
gitanos
de corbata y sombrero
y
le decían a mi padre:
señor
Jose María, ya nos lo decía nuestros abuelos
vale
más una hora de trato que mil de trabajo.
Mi
padre se sentía a gusto en la feria
porque
en casa tenía un excelente criado gallego, de Orense,
para
cuidar sus caballos,
sus
grandes burros aragoneses
que
tenía para la parada.
Salvador
con un cepillo de esparto
y
una raqueta
el
pelo le arreglaba
y
con un pujabante
y una tenaza grande de fragua
los
cascos le arreglaba.
Por
lo contrario mi madre
de
la casa se ocupaba,
y
una de sus mejores virtudes,
la
cocina le encantaba.
Fue
la primera en las bodas,
en
bautizos y varias matanzas,
y
todo el mundo estaba contento
por
sus sabrosas viandas.
Hasta
médicos y secretarios
que
en nuestra casa paraban.
Yo
de mi padre aprendí
hidalguía
y mucha labia,
por
eso en las grandes comedias
de
protagonista actuaba.
Hice
el papel del bandido Tritón,
el
de Pedro María el Mellado,
el
del guapo Francisco Esteban,
un
gran bandolero de los montes de Sierra Morena.
En
estos tres me acompañaba
una
excelente señorita
de
aquí era, Rosalina se llamaba
Tuvimos
un gran maestro que nos ensayaba,
señor
Pascual del Prado se llamaba.
Cuando
Rosalina y yo salíamos en escena,
todo
el mundo se callaba;
las
damas se alegraban,
los
hombres palidecían y las mujercillas gritaban.
Los
jóvenes con mucha alegría, gritaban:
“Viva
el guapo Francisco Esteban,
el
terror de Andalucía,
de
las mujeres la pena
pero
de las mozas, la alegría”
Ya
viene el día,
alumbrando
a una madre
que
mucho a sus hijos quería.
De
mi madre aprendimos
mi
mujer Dorinda y yo
el
arte de cocinar
que
llevemos siempre mucho cariño
a
la hora de empezar a trabajar.
Tres
día de boda,
para
200 y 300 personas
en
aquellas cocinas de humo
con
aquellas grandes paelleras,
aquellas
grandes cazuelas de pereruela,
aquelllas
artesas de madera
donde
adobábamos las carnes
de
aquellas jóvenes terneras.
25
años haciendo bodas
25
bodas de ilusión
Aquella
madre nos dejó
Hicimos
cientos de bodas
en
muchos pueblos de esta región
Bautizos,
comuniones,
toda
clase de farras
y
de todas ellas salimos
sin
ningún problema.
Alegres,
contentos y con fama.
Solo
en este pueblo hicimos 118, aquí, en los 25 años,
sin
haber congeladores
ni
neveras
Jamás
tuvieron que intervenir
ni
médicos ni hospitales
por
haber salido una sola comida mala.
Mis
amigos,
termino
como empecé.
Carabinero
mi padre, carabinero su abuelo
y
yo como soy su hijo...
¡Vivan
los carabineros!
2 comentarios:
Yo fui a varias bodas cocinadas por ellos y.efectivamente,todo estaba bueno y rico.Un recuerdo para Ismael y las personas que,como él,nos alegraron la vida y un abrazo a sus familiares,
Yo fui a varias bodas cocinadas por ellos y.efectivamente,todo estaba bueno y rico.Un recuerdo para Ismael y las personas que,como él,nos alegraron la vida y un abrazo a sus familiares,
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