Tres días de diciembre

No es habitual que yo pase por el pueblo más allá del verano y la Semana Santa, pero este año nos hemos escapado un puente largo al frío ayoíno... frío y un sol espléndido que también lucía. De esa rápida visita han quedado unas cuantas fotos muy otoñales.

El pilo del Caño llenito de las hojas del chopo caídas.

Tras la última yera ha cambiado un poco el aspecto de los alrededores de la fuente... ahora lo veo muy desnudo, demasiado... esperemos que en primavera se vista un poco de verde.

Chopera otoñal.

Cuando salíamos a dar un paseo el sol ya estaba muuuuy bajo.

Peñacabras.

Hojarasca.

Requeijo.

Entre las urces de Peñacabras encontramos muchas setas, unas más pequeñas y otras, como estas, bien grandes. No las tocamos, por si acaso.

Las castañales.

Esto nos lo encontramos en Peñacabras... me pregunto quien es el guarrete que se empeña en dejar las botellas tiradas entre las peñas, ensuciando y poniendo en peligro a quienes paseamos por allí.

 

Plantas en la ventana de la casa que ha arreglado Joaquín, el hijo de Eduardo y María y que le ha quedado preciosa.

 

Cachorrito de Nati, precioso y juguetón.

Un clásico, nuestra visita al rebaño de Antonio y Avelina. Aquí una de las perras y abajo, los corderos.

Oier y Leona.

Y las trillizas, tres chivinas nacidas en un mismo parto. Simpáticas y suaves, preciosas.

Las bolitas que le cuelgan en la zona del cuello indican que son de buena raza productora de leche.

Gatito en el corral de la ovejas de mis abuelos.

Las luces del árbol en la plaza de la Audiencia.