10 de octubre de 2008

Detalles


Ya sabeis que me gusta mucho hacer fotos... no soy una experta, de hecho, ni siquiera he terminado de entender nunca todo aquello de la distancia focal, la apertura, el objetivo... así que simplemente, voy con mi camarita digital haciendo fotos a todo lo que me llama la atención. En mi álbum de Picasa hay una muestra de las fotos que he ido haciendo a lo largo del tiempo. Allí tengo una sección que para mi es muy especial, titulada Puertas y Ventanas, una recopilación de todas esas piezas tan bonitas que aún quedan en las cada vez más escasas casas viejas, de adobe, de piedra... Madera, herrajes... hechos con paciencia, con tiempo, a los que el paso de los años ha dado una belleza particular, lenta...



Este verano me ha dado por fijarme en las aldabas de estas puertas
y he descubierto lo fascinantes que son, las formas tan curiosas que tienen, con caras, con cuernos, con forma de torre, de cúpula... Un regalo para los ojos a nada que nos fijemos un poquito. ¡Qué lo disfruteis!





3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me sorprende en las cosas en las que te fijas,yo nunca me fije en esas aldabas,y la verdad es que tienes razon,son muy curiosas y sus formas hacen que sean verdaderas joyas,me tendre que fijar mas de ahora en adelante,yo solo me he fijado y me ha echo siempre mucha gracia no me digas porque en la entradas de lors huertos,la tipica puerta viejisima con el tipico palo para abrir y cerrar,es estupendo ver como hay cosas asi todabia en ayoo,sus casa de adobo y barro,y pintadas de cal,toda una maravilla,felicitaciones por tu coleccion de aldabas,saludos de Saritisima.

Anónimo dijo...

Las historias que puede haber detrás de cada aldaba,algunas han conocido muchos alcaldes, han cerrado muchos secretos y por si mismas y el que las creo, tienen arte, yo me quedo con todas pero las que mas me llaman, son las de madera, las que fabricaban nuestros padres, yo las he visto hacer y las he abierto y cerrado muchas veces, gracias por traernos estos recuerdos. Sandokan

IRM dijo...

Mira que hasta este año nunca me había fijado en la forma de las aldabas, así, en particular... si en ellas, siempre me ha gustado abrir esas grandes puertas de madera, con ese cierre tan ingenioso... qué lástima que se vayan perdiendo y cambiando por las anodinas de metal...