19 de febrero de 2018

Castrocontrigo (2): Los molinos

Cuando fuimos a nuestra visita al museo del Chocolate en Castrocontrigo, tuvimos la oportunidad de acercarnos al aula de los Molinos, que está justo al lado, en el mismo edificio. Allí, la técnica encargada te explica los paneles, te da detalles, te dice qué estás viendo, qué son todos los cachivaches que tienen allí... 

Pero esta vez también le tocó escuchar a ella... Iba mi padre y él se conocía de pe a pa todo lo que allí estaba, aderezado, claro, con sus historias de cuando iban con las caballerías e incluso con el carro de vacas a llevar harina o a comprar productos.



En el aula hay unos paneles explicativos de cómo eran y cómo funcionaban los molinos. Esta es la reproducción de lo que dicen:


ÉPOCA DE MOLIENDA

los molinos de Castrocontrigo molían durante todo el año, tanto en invierno como en verano, dado que el cauce se lo permitía. En época de postguerra solía hacerse solo de noche para evitar su requisa.




JORNADAS DE TRABAJO

El uso del molino se regulaba por días enteros de molienda con la noche correspondiente que era asignada por turno riguroso entre los copropietarios. La velía implicaba la recogida de la llave del molino que el anterior vecino entregaba al siguiente durante un día o dos, dependiendo de la aportación económica.



LOS MOLINOS COMUNITARIOS

La propiedad era proporcional a la aportación económica o de trabajo. Los socios fundadores elegían su ubicación, pedían permiso y construían el molino. Si alguna otra persona quería incorporarse a la comunidad podía hacerlo aportando capital o comprando la participación a algún socio. La herencia de la propiedad del molino se transmitía de padres a hijos, perpetuando la permanencia de la familia.



FUNCIÓN SOCIAL

El molino no solo era un lugar de trabajo sino de reunión y encuentro entre las gentes de lugares diferentes donde se intercambiaban noticias, recados, historias… Además de ligar de refranes, copas y canciones que llevan escrito algún idilio de juventud o alguna pícara historia.

Al llegar a casa y entrar al molino
a la molinera dijo su marido
o la puerta ha menguado
o yo mucho he crecido




ADMINISTRACIÓN

Para el buen funcionamiento del molino existían los llamados jueces que eran dos personas designadas por la mayoría de los socios y que voluntariamente aceptaban el cargo para resolver cualquier asunto referente al molino: reparaciones, limpieza del cauce del río, además de gestionar el dinero presupuestado para tales cuestiones y velar por el molino.




MECANISMO DE ROTACIÓN

Se compone del rodezno (una rueda formada por palas o cucharas), está unida a la maza del árbol y gira en posición horizontal.
Antiguamente los rodeznos se hacían de madera, posteriormete eran metálicos.

El eje está compuesto de una parte de hierro que cruzan la muela fija del molino y que en un extremo lleva la cruceta o carraquillo que encaja en la muela móvil.


ESTRUCTURA

Su emplazamiento viene determinado por la situación en un lugar concreto del cauce. Allí donde el cauce se estrecha o dónde se halla un pequeño escalón que provoca una mayor fuerza de la corriente del agua, se encontraba un lugar ideal para comenzar o levantar la construcción.

Divididos en dos alturas sin comunicación entre sí: la inferior, donde van alojados los rodeznos, con aberturas en forma de arco o rectangular por donde se da salida al agua, y la superior o sala de moler donde van alojados los mecanismos de trituración.



LAS TAHONAS O MOLINOS DE PROPIEDAD PRIVADA

Prestaban su servicio para la molienda del trigo a particulares, aunque algunas también molían cereal para el pienso, no siendo este su cometido principal.

El pago se hacía al molinero en especia, “maquila”, que consistía en que el molinero tomaba una parte del grano para él antes de molerlo. La medida la establecía según el peso de la saca de trigo y era equeivalente y era equivalente al llamado cuartillo que consistía en un pequeño cajón dividido en dos partes con capacidades diferentes, verano (mayor) e invierno (la menor).




El aula temática de los molinos de agua (su nombe oficial) es pequeñita pero bastante completa y las explicaciones te llevan a un mundo que nuestros padres y abuelos conocieron muy bien y que ahora ya se ha perdido. Para ir, como en el caso del Museo del Chocolate, hay que llamar y más que concertar cita, saber cuándo está allí la técnica, porque también atiende el museo de la Resina de Nogarejas (que aún no conozco) y para confirmar que está abierto. Esta es la información

c/ Antonio Justel, s/n. Castrocontrigo. 24735 León.
Tlf., 987 660 081
Email: turismo_castrontrigo@hotmail.es

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