Como la gente ya me va conociendo, cuando creen que hay algo que pueda interesar a mi máquina de fotos (o sea, a mi blog) me dan una voz y yo me presento. Así lo hizo mi padrino, Aurelio, hace un par de veranos, cuando me avisó para que fuera a su casa en El Canto. Al llegar me encontré con todo el corral patas arriba, lleno de colmenas desmontadas, cera por todos lados y abejas, muchas abejas que andaban como atontadas y remolonas. Aurelio estaba haciendo una de las tareas que necesitan las colmenas, renovar todas las placas interiores de la cera antigua y ponerle placas nuevas. La mayoría de las abejas se vienen con las placas y por allí estaban muy tranquilas (yo, no tanto).
El corral de Vitorina y Aurelio ya digo que se encontraba lleno de cachivaches, cuadros, cajones, cera vieja que se apartaba en talegas, placas de cera nueva para hacerles más fácil el trabajo a las abejas...
Aurelio explica que es lo que tiene entre manos y qué es lo que está haciendo con sus colmenas (un vídeo muy casero, con Vitorina despidiéndose en medio, jaja):
La cera vieja...
Placa con la cera nueva...
Ahumador que el apicultor echa sobre la colmena para poder atontar a las abejas y recoger la miel sin problema. |
Cartel, que hay que avisar para que no haya problemas con los picotazos. |
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