El dormitorio, con su cama de hierro y latón, su -imagino- colchón de lana, y las mantas y colchas que salían en muchos casos de las manos de la mujer de la casa.
La mesita, que solía ser de castaño o roble, con la portezuela para meter el orinal. Encima, un vaso de porcelana y un reloj de esos de tic tac machacante (en mi casa aún usan uno similar) y la cachava. En la estampita de los santos, una vela tradicional. El conjunto podría ser el de mis abuelos perfectamente.
Encima de la cama, un cuadro de temática religiosa, en este caso, una Inmaculada.
Por cierto, qué duda con la palabra. En casa siempre se ha dicho "palangana" y en los libros siempre he leído "palancana". Pués bien, la Real Academia de la Lengua, ha hablado. Tanto una como otra remiten a una tercera palabra: jofaina, vasija en forma de taza, de gran diámetro y poca profundidad, que sirve principalmente para lavarse la cara y las manos. Así que bien dicho está con "g" o con "c".
La cocina.
En la imagen general vemos el gran escañil, delante una mesa tocinera, a un lado la vasera con cántaros y todo tipo de objetos reconocibles: la plancha de brasas sobre la chimenea, en la pared, una vasija para el vino de las que se impermeabilizaban con pez, barrila, fuentes de porcelana, saleros de madera, una garrafa, la cazuela de Pereruela, el molinillo... Encima, una colección de candiles y asomando apenas, una romana.
Expositor en detalle. |
Colección de faroles y candiles. |
Delante, una masera donde reposaba la masa del pan una vez trabajada, una ceranda y delante, en la foto que hay más abajo, una máquina de madera de, creo, hacer pasta o al menos, para meter masa y aplanarla.
En una vitrina encontramos viejo calzado, un cubrepiernas que llamaban leguis, unas alpargatas hechas con neumático y unos chanclos, botas con herradura (ves post Calzados de antaño).
Colección de llavones, candados, cerraduras y aldaba.