Planta herbácea, perenne, casi glabra, con látex. Raíz gruesa, leñosa, oscura. Hojas 5-40 cm, dispuestas en roseta basal, desde casi enteras a muy divididas, con los lóbulos más o menos triangulares y el último más grande, o runcinadas; peciolo con frecuencia alado. Tallos floríferos o escapos de 5-40 cm, sin hojas, huecos, erectos o ascendentes. Inflorescencia en capítulo solitario, de 2,5-6 cm de diámetro, con todas las florecillas liguladas, largas, estrechas y amarillas, generalmente con una franja color verde pardo por debajo; rodeadas por un involucro de brácteas lanceolado-lineares, verdosas, erectas y curvadas. Fruto en aquenio de 2,5-3,5 mm, rugoso, con pico de 7-13 mm, color pardoverdoso, con vilano de pelos blancos de 5-7 mm.
(Inventario español de los conocimientos tradicionales relativos a la biodiversidad)
La encontramos en prados y suelos húmedos, ricos en nitrógenos y nutrientes, en bordes de caminos, en céspedes, en alturas que van desde el nivel del mar hasta los 1.800 metros y más en el norte que en el sur de la península, aunque está por todo el mundo.
No es una planta especialmente bonita, o a mi no me lo parece, pero es una de las más completas y aprovechable: las hojas se consumen como alimento humano, tanto cocidas como crudas y aunque son un poco amargas, dejándolas un tiempo en agua fría, se quita algo ese sabor. Con sus raíces se obtiene un sucedáneo del café, similar a la achicoria. De hecho, en muchos sitios se conoce como “achicoria blanca”.
A los animales también se les daba como planta forrajera y también es buena planta melífera, para las abejas.
Pero su mayor aprovechamiento son sus usos medicinales: Se considera una planta depurativa, para limpiar el hígado, el riñón, la vesícula, tiene efecto diurético y depurativo (evita la aparición de piedras en el riñón, despeja resacas de alcohol y mejora el estreñimiento).
Se puede tomar en forma de tisanas, desecando las raíces o comprando compuestos de extracto de diente de león en herboristerías.
Se recomienda precaución en caso de problemas de hígado y de acidez de estómago y hay que tener en cuenta que puede interaccionar con ciertos medicamentos, así que antes de tomar nada, consultar con un médico o farmacéutico.
Cuando yo era pequeña, nuestra sabiduría infantil o lo que nos habían contado en casa, decía que no había que cortarlas porque si no te meabas en la cama por la noche. A saber de dónde venía esta creencia, tal vez tenga que ver con esa capacidad diurética de la planta, vamos, que favorece que se mee más.
Todo esto lo leí aquí, en un blog que acabo de descubrir, de temas leoneses y en general, sobre entorno rural y que me ha parecido muy interesante. Se llama La nuestra tierra y os lo recomiendo.
Como se ve, la humilde meacamas es una planta con muchos valores y con muchísimas historias asociadas a ella. Es una de las flores que más gusta para tatuar e incluso en bordados se ve mucho. Una planta corriente con muchos valores.