CHANCLOS
De este modo surgen los, “chancros” o “chanclos”, una especie de zapato que tenía el piso de madera y de material, como una bota alta, con correas. Por debajo llevaba una herradura para que no se gastase la madera.
Los chancros eran algo similar a esto, que aparecen con el nombre de "chancas" en la página web del pueblo zamorano de Fariza
GALOCHAS O MADREÑAS
Foto de la Web de la empresa Artesanos Leoneses
Las galochas son el calzado de madera usado para salir a lo mojado y al barro. Se compraban a los vendedores que iban al pueblo o bien en La Bañeza.
Galochas o madreñas es básicamente lo mismo, pero me dicen en casa que las madreñas eran “más finas” y que en Ayoó las que había eran más bastas y se usaba más el nombre de galochas para llamarlas. La palabra es de origen griego, Kalopous y significa "pie de madera".
Sobre las madreñas hay un montón de información que se puede recoger en la red. He encontrado este comentario en la página de Celtiberia, que me ha parecido especialmente interesante:
En León y Asturias, Cantabria y Palencia se le denomina "madreñas" y en Zamora y en Valladolid "cholos". La desaparicion de su uso ha sido motivado en nuestro medio rural por el asfaltado de las calles de los pueblos, ya que es un calzado muy práctico para circular por sitios embarrados. La madreñas se calzan a la puerta de casa(para salir) sobre las alpargatas, cuando uno vuelve a casa, se las quita, las deja al abrigo de la entrada y pasa al interior de la vivienda con las zapatillas de felpa y así no ensucias el suelo del interior. También es un calzado muy práctico cuando estas preparando leña ya que de un madreñazo puedes partir palitos. Hoy en día muchas de estas madreñas cuelgan de las paredes de los zaguanes de las casa de los pueblos en plan decorativo., ya que si en suelos irregulares y embarrados son una delicia, caminar con ellas sobre suelos lisos y asfaltados es una tortura.
En Asturias sigue habiendo un importante mercado de madreñas, que allí son casi un elemento que define su cultura. En esta página del pueblo de Trabau, en la linde con León, podeis encontrar todo tipo de información sobre madreñas y también en este de la Villa de Grao.
CALZADO DE VERANO
En invierno había zapatos para ese tiempo y con el tiempo bueno se llevaban las albarcas, hechas con tiras de material.. También se hacían en las casas unas alpargatas, cosiendo lienzos a las suelas. Mi padre recuerda que mi abuela lo hacía usando a modo de aguja, las ballenas de los paraguas.
Y propio del tiempo bueno eran las zapatillas de esparto.
Para regar se ponían los chancros o, si hacía buen tiempo, descalzos, que las botas de goma, las katiuskas, no llegaron hasta mucho tiempo después.
ANGORRAS
Cuando se iba a la hacienda se ponía una piel de oveja alrededor de la pierna, las “angorras”. Eran de piel seca de oveja, se ponían con unas cuerdas y protegían del frío y de la humedad.
(Este es el comentario enviado por Manolo Ferreras y que por su interés, creo que conviene poner aquí, para que no os lo perdais)
Tiempos de chanclos, abarcas, medias de peal, trueque (artículos a cambio de huevos y otras cosas de casa).
Chanclos. Mi madre vendía las plataformas de madera, las herraduras y los rebagones (clavos usados para herrar las caballerías) todo ello usado antes. De allí se iba uno a casa del Ti Gaspar o a casa del Ti Pascual, que eran zapateros, y allí los confeccionaba.
Abarcas. También las vendía Martina, calzado de verano, hecho de los recortes de ruedas de coche en su totalidad, ya venían hechas.
Medias de peal. Hechas de lana pero sin el pie solo lo que es la pierna, al final se le ponía una traba para que no se subiera para arriba cuando estaba puesta.
Trueque. Martina los artículos que vendía, que eran todos en aquellos tiempos, incluidas las pastillas (Pental Tiazol) para la fiebre y el dolor de cabeza, los daba a cambio de huevos, trigo y damas y el que no tenia," APUNTA", mi madre tenía un cuaderno y siempre estaba lleno. Les cuento una anécdota, cierto día mi padre le dice a una mujer hoy fallecida, fulanita, a ver si me puedes pagar que ya va siendo hora y ella le contesta "mira Gumersindo no me apures sino digo que nada te debo".
Los jóvenes pensaran "ya está este contando batallas", yo me alegro que ellos no participasen en ellas, y que participen en las de hoy que son con coche, con móvil y con dinero en el bolsillo.