Año 2014 |
Ahí en esa foto lo que contaba en el anterior post de los grupitos que se repartían por esta calle... |
Verano 2008 |
La que aparece en primer término es la casa de María y Niso,
él ya falleció hace años. Es una casa que tengo en muchas fotos y se puede ir
viendo como ha cambiado a lo largo de los años.
Verano 2009 |
En la exposición de fotos antiguas de Perafondo, alguien llevó la foto de una antigua procesión, al menos de los años 40, en la que se ve de fondo todo este espacio. La casa como ahora la conocemos no estaba, había una más antigua. La comparación entre lo que se ve en esta fotografía y lo que hay ahora, aquí.
Tengo esta otra foto en la que estoy yo con mis amigas Hermi y Bego. Veníamos de ayudar a apagar un pequeño fuego que se había declarado en unos matorrales a la hora de la siesta y, la verdad, no sé ni quién nos tiró la foto pero ahí estamos las tres posando. Ahí se ve la casa, con sus características acacias delante.
Verano del 86 |
Era un rincón muy bonito, porque con los árboles había una sombra muy rica y bancos para sentarse y muchos vecinos hacían un alto en el camino allí para charlar y descansar un poco. Mi abuela Menta también pasaba allí muchas mañanas, con la Ti Sofía, cuando estaba con su familia en la casa.
No sé qué pasó con las acacias, si estaban enfermas o qué
pero primero cortaron una y luego la otra y se acabó ese bonito rincón de la
calle.
2015 |
La casa tiene las puertas grandes en el camino que va a Las Morales.
Junto a esta casa había una serie de casinas de barro que se han mantenido durante años, aunque ahora ya no se conserva ninguna de ellas.
Año 2010 |
Año 2015 |
En
la primera de ellas murió Ubaldo, marido de Laudelina, ya fallecida, sobrino de
mi abuela, hijo de su hermana Viviana y de Lorenzo. Mi padre nunca me ha sabido
decir bien que le pasó, algo como una peritonitis, empezó a sentirse mal, con mucho
dolor y cuando quiso venir el médico, había fallecido. Tenía como 28 o 30 años
y dejó una niña pequeña huérfana.
2008 |
Ese tronco que se ve en la fachada es lo que queda de una parra que tenía la casa y que se puede ver en el trozo recortado de la foto en la que estoy con mis amigas.
Además, tenía unos marcos de ventana decoradas con pintura, muy curiosos. En esa casa estaba también el segundo crucifijo del Calvario.
Año 2010 |
Cuando llegamos a estas casas de los Barrio, mis padres me
contaron muchas historias de una señora que era de rompe y rasga, por lo que
cuentan, María Barrio.
María Barrio era tremenda, si le hacías algo bueno te lo
agradecía y te lo decía una y mil veces, pero si le hacías algo malo, ufff, te
lo recordaba toda la vida. Así me dicen en casa que decía ella: “mira demonio,
yo si tengo que subir a uno lo llevo hasta el cielo, pero si lo tengo que pisar
(y hacía el gesto de pisar y repisar), lo piso y repiso...”
Había un señor llamado Manuel que tenía una cabaña en la
zona de las viñas de detrás del cementerio y le gustaba ir allí con los perros
por las mañanas. María Barrio también tenía una perrita, llamada Lulu, que se
le metía en las tierras. Manuel le decía “María, ya te he pillado la perra dos
o tres veces en la viña, el día que te la vuelva a pillar, te la jodo. Y María
Barrio le contestaba, “ay, recondenado de los demonios, es lo que harás tu
joder a una perra...”
De Felipe y Adonina, cuando se casaron decía “qué hará ese lobanco con esa gazapina”. A unas mujeres que eran así rechonchillas les decía: las llevas donde la sierra del Ti Silverio y le quitamos la cabeza y las piernas y hacemos buenas tablas para una cuba”. De otra decía, “uy esa pata de gallina, cómo se sujeta”. Cuando se iba a casar otro chico del pueblo, María decía “pero si ese tomillo seco no tiene pixin” y cuando tuvo mellizos le preguntaron a ver si tenía o no tenía y ella contestaba “uy demonio, el buey ruin en cuernos crece, como el jato de Lucía”.
A María Barrio la dejó embarazada Luis Blanco, el fraile al que
beatificaron (esta historia la sabe todo el mundo de la generación de mis
padres, no descubro nada). El se marchó y no se hizo cargo de su responsabilidad.
María terminó casándose con Juan, un tío-abuelo de mi padre, hermano de su abuelo
Baldo. Tío Juan era viudo, se casó con María y dio apellido a su hijo y luego
tuvieron dos hijos más juntos.
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La casa más alta de esa manzana era de Antonia la de Justi y
ahora su hijo Javi ha construido la suya en ese lugar. Esta era una pequeña
casa que no tenía más que una habitación, era de la Ti Ana María. Aunque pequeñina,
mucha gente del pueblo tuvo aquí su primera casa, antes de poder hacerse la
suya. Mi padre recuerda que aquí nacieron los hijos de el Ti Sergio y la Ti
Aurelia, Sergio, María y Cándida. Cuando se marcharon, vino Antonio Lucero y
nació aquí Ventura. Cuando ellos se
fueron, llegaron Arcadio e Inés.
2014 |
2016 |
2016 |
2018 |
En el lado de los pares encontramos la casa de Inocencia, la abuela de Alfonso, donde pasaba él los veranos cuando niño. Alfonsito, como se le conocía, madre mía, era de la piel del diablo, jaja… siempre haciendo travesuras. La casa de al lado es, precisamente, la de los padres de Alfonso, Luis y Conce. La casa siguiente es del fallecido José y Cándida. Era del padre de Ascensión la de Delfín y la compró el Ti Sergio. Nunca ha vivido nadie.
Año 2012 |
2010 |
2012 |
Año 2014 |
Semana Santa 2022 |
Y la ya habitual foto de mi padre cuando me iba contando todo...